Murió un dos de diciembre.
No sé si lo correcto es decir "se llamaba", "se llamó" o "se llama", ¿por qué "se llamaba" si no cambió de nombre? ¿por qué "se llamó" si aún hay un cadáver presente? ¿por qué "se llama"? ¿acaso los muertos llevan consigo el nombre hasta otra vida?
Murió un dos de diciembre quien en vida se llamó José Gerónimo Mateo Madrigal.
Fue mundialmente conocido como pintor y muralista: ganó premios, viajó incontables kilómetros, realizó exhibiciones en México, Europa y Estados Unidos.
¿Y? Todo eso se puede leer en las biografías, se puede encontrar en las notas informativas. Claro, sí, se pierde un gran talento, los homenajes no se harán esperar, estuvo comprometido con la cultura purépecha, cualquiera que conozca su obra puede decir algo de eso. ¿Qué se puede decir que no se sepa ya?
Bueno, Gerónimo iba a ser doctor.
Pero hay que empezar por decir que él nació en un lugar llamado San Jerónimo Purenchécuaro cuando Lázaro Cárdenas era presidente. La gente del pueblo cuenta que alguna vez el presidente huía, y estando en la región, un purenchecuarense lo ocultó y le dio de comer. Lo salvó. En agradecimiento el presidente mandó abrir una escuela primaria en aquella comunidad.
Puede ser que esa historia sea mera invención
Lo cierto es que la primaria existe y a ella acudieron principalmente habitantes del propio poblado, entre ellos, Gerónimo.
La escuela y la carretera abrieron posibilidades de un futuro que hasta entonces había sido insospechado, el destino se convertía en algo maleable, había que arriesgarse a salir, a exponerse a burlas, a perderlo todo, pero la recompensa era seductoramente prometedora.
La mamá de Gerónimo se llamaba Natividad. No era una mujer del montón. Ella fue a Morelia, preparó, vendió, se esforzó, volvió a hacer y así persistiendo constantemente durante incontables días logró apoyar a su hijo para que estudiara.
Gerónimo iba a ser doctor. Él también hacía su parte: estaba inscrito en la universidad, tenía los libros, asistía a clase. Y después...
¿Después?
Varios cuartos de vecindad habían pasado bajos sus pies, a veces tenían comida porque lo preparado no se había vendido, los libros de medicina nunca han sido baratos.
Algo debió haber pasado, ¿qué vio? ¿qué hizo? ¿con quién habló? ¿Qué tan fácil fue para Gerónimo decirle a su mamá lo que realmente quería hacer? ¿Cómo hizo Natividad para aceptar y respetar la decisión de su hijo?
Algo debió haber pasado, ¿qué vio? ¿qué hizo? ¿con quién habló? ¿Qué tan fácil fue para Gerónimo decirle a su mamá lo que realmente quería hacer? ¿Cómo hizo Natividad para aceptar y respetar la decisión de su hijo?
Sólo son preguntas al aire
Cualquiera puede hablar del gran legado que dejó para la pintura, de su técnica, del color, los temas. Pero, ¿quién podrá decir lo que su ejemplo significó en las vidas de otros? De nosotros, sus paisanos, sus parientes, otros purépecha.
No es que sea necesario encontrar una moraleja, pero al ver su vida se nota que vale la pena seguir los sueños, que no hay que rendirse a pesar de las circunstancias, que el lugar de donde venimos es irrelevante pero siempre hay que tener nuestras raíces presentes.